El periodista y escritor, Eugenio Ibarzabal, a lo largo de su charla repasó aspectos más relevantes del contexto histórico, personal, familiar y político de Sabino Arana. Explicó, a su modo de ver, por qué actuó como actuó y resaltó como en sólo en 10 años de acción política ( empieza con 28 años y muere con 38), dejó un trabajo prolífico. "Empezó de cero, dejó un partido en marcha, unos simbolos, un himno, una ortografía en euskera, un lema y curiosamente la mayoría de los que estaban en Larrazabal en ese momento, años después formarán parte de su Partido".

Sobre el discurso de Larrazabal el periodista deja patente que al encuentro con los euskalherriacos es invitado y como  la controversia o la discusión no se generara en el análisis de la situacion política de Bizkaia y la idea de independencia, sino en el tema religioso, ya que Sabino toda su labor tiende a glorificar a Dios. "Nosotros para la Patria y la Patria para Dios". Un axioma ignaciano que aplicará en toda su actuación politica y en su vida según este escritor. 

Ibarzabal, respecto al euskera, reflejó no comprender la falta de reconocimiento actual a la labor prolífica llevada a cabo por el Maestro." Una realidad patente con el paso de los tiempos en su aportación, los neologismos, los nombres ( " Iñaki, Koldo y otros) , una gramática, una ortografía inventada. Y el gran esfuerzo que supone aprender el idioma con 18 años" afirma. 

También a lo largo de su disertación, entre otros muchos asuntos, apuntó y comentó sobre algo que ha hecho correr muchos rios de tinta, la posible evolución españolista de Sabino en los últimos años de su vida. 

Al respecto dejó claro que el Maestro se mantuvo fiel a sus ideas hasta la muerte, pero también fue consciente de la dificultad que acarreaba llevar a cabo su labor política. Por ello, según Ibarzabal, tendrá dos cosas en su cabeza en sus últimos momentos, " Trabajar en la legalidad, si no no hay nada que hacer. Y conseguir una organización de amplia base social".

El problema de Sabino es que no sabe cómo llevarlo a cabo y solicita confianza a los suyos. 

Un capítulo de la historia del nacionalismo en el que habrá mucha tensión hasta que una vez muerto el Maestro, en unos artículos publicados en el periodico abertzale " Patria" el navarro Miguel Cortes, uno de los íntimos de Arana,  definirá los ejes de actuación y fines del nuevo Partido. Luchar por la reintegración foral, que para el Maestro era la independencia y todo dentro de la legalidad. Con todo ello en 1906 todas las facciones que integran el nacionalismo Vasco lo asumen con normalidad y trabajarán en ese objetivo hasta la época republicana.